sobreviviendo al CEMIC

9.3.07

quimio y querella

Acabamos de pasar la tercera tanda de quimio de mi mamá, María Elena, involuntaria protagonista de este weblog. Ha salido sin problemas de esta tanda y esperamos que todo siga por este buen camino, para superar esta enfermedad.

También, en esta semana, hemos recibido una querella penal por injurias de las autoridades del CEMIC. No vamos a explayarnos sobre la querella en sí (que será oportunamente tratada, en el lugar correspondiente). Sí señalar que esta tribuna de acción ciudadana (en la que las autoridades del CEMIC tuvieron y tienen un espacio para respondernos, si lo creen preciso), este lugarcito del ciberespacio desde el que planteamos la creación de la figura de un Ombudsman o Defensor del Usuario de la Salud, a partir del estudio de un caso particular, ve amenazada su continuidad, recibe una presión para que se silencie esta voz solitaria.

Desde diciembre de 2006, cerca de mil visitas ha recibido este sitio. Esta modesta repercusión parece ser molesta para quiénes deberían contestar los reclamos de un cliente que no tiene, en ningún otro foro, espacio para ser escuchado y atendido en su demanda.

Para los que vienen siguiendo regularmente este weblog, no les debe caber ninguna duda de que el objetivo de esta página no es ofender a ningún individuo, sino promover un cambio desde la trinchera del ciudadano común. Se ataca a un sistema, no a una persona. Desde el post inicial de declaración de principios, señalamos las falencias en el sistema privado de salud y propusimos un cambio normativo. Mostramos, con un caso individual, como una prepaga (en este caso CEMIC) no responde a un reclamo y también mostramos, la inexistencia de un ente de control y los vacíos legales que encuentran otros órganos del Estado para intervenir en el tema. El paso siguiente es llevar esta propuesta a los legisladores y promover una ley que cree la figura del Ombudsman o Defensor del Usuario de la Salud.

Nadie nos va a apartar de este camino, sin importar el relativo éxito o fracaso que logremos. Estos ataques, estos embates para limitar mi libertad de expresión, en un tema de interés público como es la salud de la población, renuevan mi convicción y mi fuerza para avanzar, para modificar sobre esta realidad lamentable. Sé que ya no es por mí ni por los míos, sino por la generación que viene, que se merece un país muy distinto al que me ha tocado vivir.

Ahora, más que nunca, le pido a cada visitante, a cada amigo de esta página, que redoble su apoyo y su compromiso con esta propuesta. Cada correo, cada comentario boca a boca, cada medio que pueda informar, no la presión de la que soy siendo objeto (que es un detalle absolutamente menor), sino la instauración en la discusión democrática de la idea de la creación de la figura del Ombudsman o Defensor del Usuario de la Salud y la cuestión de quién controla a las prepagas.

Hay otro cáncer que debemos extirpar en la sociedad que es la acumulación de poder sin control alguno. Y, les aseguro, no conozco mejor quimioterapia en la historia, que la participación y el compromiso democrático de los ciudadanos.