segunda queja
Todavía no están los resultados de la biopsia de María Elena, mi mamá, paciente cautiva del CEMIC. Llevarán unos días más. El corte de hace dos días pegó más en lo anímico que en lo físico. El desbarajuste emocional es notorio. Más irascible, sí, pero una hay enojo que nace de la frustración, de la decepción, cierto desencanto de “otra herida más”. La espera por los resultados de la biopsia, obviamente, también se suman a retroalimentar este cansancio físico y moral.
Algunas cosas positivas: ayer, mientras esperaba que la atendieran (le sacaron un punto como resultado de la biopsia), la encontraron, saludaron y “mimaron” dos personas del CEMIC, dos profesionales, que me demuestran un nivel de humanidad no común en la institución. Uno, Pedro, es el auxiliar que viene a extraerle sangre para los análisis; el otro, el Dr. Sarasola, es el médico psiquiatra que fue decisivo en un momento muy complicado de mi viejo, hace 4 años. Cuando uno tiene lidiar con tanto pavo suelto, es bueno pensar en los otros tipos, los que quieren practicar una medicina diferente. También por ellos debe ser el esfuerzo del cambio, por toda aquella gente correcta y valiosa que, en el mismo CEMIC, debe lidiar con la otra marea de mediocres y mercaderes de la profesión. No quiero olvidarlos, como a tantos otros, que demostraron su valor y compasión.
También, nobleza obliga, el responsable del traslado que derivó en la herida de hace dos días, se presentó a disculparse. No resuelve el error, es cierto, pero muestra cierta hidalguía de responsabilizarse por los actos propios. Espero que esa misma actitud, la vea en la respuesta del Dr. Aguardar, a cargo de la Dirección de Asistencia Médica del CEMIC, de quien espero, en la semana que entra, una respuesta a mis dos reclamos presentados en esta semana. Una de las quejas ya fue posteada. Ahora posteo la presentada el miércoles, 24 horas después de la herida de dos puntos de sutura.
La pelota está del lado de las autoridades del CEMIC. ¿Me darán la sorpresa y serán racionales? Vamos a ver.
Mientras, recuperemos energías durante este fin de semana largo.
Algunas cosas positivas: ayer, mientras esperaba que la atendieran (le sacaron un punto como resultado de la biopsia), la encontraron, saludaron y “mimaron” dos personas del CEMIC, dos profesionales, que me demuestran un nivel de humanidad no común en la institución. Uno, Pedro, es el auxiliar que viene a extraerle sangre para los análisis; el otro, el Dr. Sarasola, es el médico psiquiatra que fue decisivo en un momento muy complicado de mi viejo, hace 4 años. Cuando uno tiene lidiar con tanto pavo suelto, es bueno pensar en los otros tipos, los que quieren practicar una medicina diferente. También por ellos debe ser el esfuerzo del cambio, por toda aquella gente correcta y valiosa que, en el mismo CEMIC, debe lidiar con la otra marea de mediocres y mercaderes de la profesión. No quiero olvidarlos, como a tantos otros, que demostraron su valor y compasión.
También, nobleza obliga, el responsable del traslado que derivó en la herida de hace dos días, se presentó a disculparse. No resuelve el error, es cierto, pero muestra cierta hidalguía de responsabilizarse por los actos propios. Espero que esa misma actitud, la vea en la respuesta del Dr. Aguardar, a cargo de la Dirección de Asistencia Médica del CEMIC, de quien espero, en la semana que entra, una respuesta a mis dos reclamos presentados en esta semana. Una de las quejas ya fue posteada. Ahora posteo la presentada el miércoles, 24 horas después de la herida de dos puntos de sutura.
Buenos Aires, 6 de diciembre de 2006
Dr. Aguardar
Dirección de Asistencia Médica
CEMIC
¡No, no! ¡Espere! No tire esta carta, no es la que leyó. Es otra. Mire la fecha, arriba. 6 de diciembre. ¿La ve, Dr. Aguardar? La anterior decía “5 de diciembre” y tenía 3 páginas (con una fotocopia adjunta) y ésta tiene sólo una. Bueno. Es otra queja. Sí. Otra queja mía y por la misma paciente (María Elena Zampese de De Biase - Plan 410, 311215-004). Mire que se esfuerzan, Dr. Aguardar, ¿eh? A veces parece que les salieran espontáneos los errores, casi como que no pusieran esfuerzo. ¿Puede creerme que mientras estaba entregando la queja anterior (muy simpática su administrativa e ingeniosa, no sabe los malabares que hizo para no decirme cuándo me iban a contestar mi reclamo), en el consultorio 3 de Trauma, el Dr. Martincho estaba dándole dos puntos de sutura a la pierna de mi mamá, herida producida por los camilleros de su Unidad de Traslado, cuando la bajaron de la ambulancia con la silla de ruedas? ¿Puede creerlo? Y es más, ¿usted puede creer que el Dr. Martincho (de excelente trato y profesionalidad) tampoco se animó a iniciar ninguna queja contra los camilleros y dejó todo en mis manos, para que presente… ¡otra queja más!...?
Bueno, Dr. Aguardar, ¿qué quiere que le diga? Es más. ¿Qué es lo que usted puede decirme que tenga algún sentido para mí?
Me parece que queda bastante claro las deficiencias del servicio médico que brindan. ¿Vamos a arreglarlo o seguimos jodiendo como hasta ahora?
Espero su respuesta (¿será pronto, no?).
Atentamente, otra vez
Marcelo De Biase
DNI N°: XX.XXX.XXX
Domicilio: XXXX (CABA)
T.E..(laboral): 4320-XXXX
T.E. (particular): 4567-XXXX
email: invasionesinglesas@gmail.com
weblog: http://sobreviviendoalcemic.blogspot.com
La pelota está del lado de las autoridades del CEMIC. ¿Me darán la sorpresa y serán racionales? Vamos a ver.
Mientras, recuperemos energías durante este fin de semana largo.
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