sobreviviendo al CEMIC

4.12.06

tensa espera

Ya es de noche. Acabo de revisar la carta que mañana voy a entregar a la Dirección de Asistencia Médica del CEMIC, presentando la queja por el trato recibido por mi madre, afiliada a dicha prepaga. La leí otra vez, podé algunos giros verbales, limité algunas observaciones. Me queda siempre la duda de si podrá conmover corazones, si un puñado de palabras podrá cambiar conductas. Sería mucho más fácil si nos diéramos el tiempo para escuchar lo que los otros tienen que decir. Pero vivimos en un tiempo en que la gente está más preocupada por ganar la discusión que por tener la verdad. Es raro ver a alguien satisfecho por haber hallado la verdad.

Mientras termino este post, María Elena (mi mamá) espera los primeros resultados de la biopsia que le hicieron el pasado 29 de noviembre. Todavía le quedan los moretones de la intervención, un punto de sutura sobre el bulto detrás de la oreja izquierda, punto que espera ser removido el jueves. Tal vez, adelantó el patólogo, haya algún resultado para ese día. Cruzamos los dedos y tratamos de pasar estos días. Esperar es la peor parte. Esperar y especular.

Al desplegar la factura del CEMIC con la cuota del mes, descubro que hay una carta adjunta:
“Señores Afiliados.

Nos dirigimos a Ustedes con el propósito de informarles que a partir del 1 de febrero próximo las cuotas de nuestros planes de atención médica se incrementarán 18,9%.

La necesidad de brindar respuestas a una serie de exigencias nos obliga a tomar esta determinación”.

La carta sigue, como el aumento de la cuota.